domingo, 26 de febrero de 2012

La oscuridad

Tú que quizá hayas superado esta incertidumbre o que quizá te sientas más ahogado que nunca, tú que quizá te hayas rendido a los instintos o hayas actuado con la sensatez que creo que me queda, que hayas seguido deshidratando a los demás con tu sinceridad o que hayas conseguido decirles lo que quieren, acuérdate de la oscura habitación que tanto frecuentas.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=QYBMbdGHTy8#!

viernes, 24 de febrero de 2012

Los días

He escrito esta entrada en Tuenti, pero ya que esto sólo sirve para guardar todas estas chorradas que tanto me ayudan a ser feliz, pues cuelgo también ésta aquí:


Empieza la cuaresma y con ello el principio del fin de celebrar la pasión de cristo una vez más. Tantas, tantas personas pensando en comprarse su disfraz de penitente y qué pocas pensando en renovarse por dentro, en lavar esos jugos agrios que el tiempo va acumulando en nosotros.

El tiempo da color, la entropía no deja de aumentar en todos nosotros, y lo único que creo que puedo hacer es buscar la ablución. Me empiezo a sentir recuperado, ahora y no antes, y por eso quizá sea el momento de empezar a tomarse las cosas algo más en serio y algo más en broma.

En cualquier caso, lo haga peor o mejor, me resista o no emocionalmente a mis jaculatorias, lo que nadie me negará es que florezcan los cerezos. Florecerán, y yo seré feliz porque habré intentado lo que creo correcto.

No sé a qué ha venido ponerlo por aquí. A joder el ascua supongo, porque estas cosas las suelo poner donde no las vea nadie, en despolitiguismo.blogspot.com. Intentaré no volver a usar este espacio.

Y ahora, para dejar buen sabor de boca al motor de búsqueda que sobreviva a leer lo anterior, le dejo un gran poema de Neruda que apenas entiendo, pero que me gusta, que ya es decir mucho para lo cínico que soy.



Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.
A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías.
De pronto el viento aúlla y golpea mi ventana cerrada.
El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo.
Tú estás aquí. Ah tú no huyes
Tú me responderás hasta el último grito.
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.
Sin embargo alguna vez corrió una sombra extraña por tus ojos.
Ahora, ahora también, pequeña, me traes madreselvas,
y tienes hasta los senos perfumados.
Mientras el viento triste galopa matando mariposas
yo te amo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela.
Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.
Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

20 poemas de amor y una canción desesperada, poema 14.

sábado, 4 de febrero de 2012

Cara de gato

Intento simplemente poner cara de gato. Abrir bien los ojos y extender los labios en una aparente sonrisa.

No sé muy bien qué persigo. Por ahora llevo a cuestas mis decisiones pasadas. Probablemente equivocadas, pero no veo forma de arreglar la situación.

Creo que busco mostrar aprecio porque vuelvo a sentir falta de atención. Me repito continuamente que los demás me aprecian más de lo que parece, más de lo que me merezco probablemente.

Me digo que es una estupidez meterme conmigo mismo, que sólo puede dar pie a incongruencias. Que soy lo mejor que tengo y he de sonreírme más en el espejo. Que no puedo pasarme la vida esperando algo que no llega. Que todos los deseos buscan situaciones irreales que sólo se pueden satisfacer mediante neuras.

Sé que he de esperar pacientemente, que es lo más inteligente, pero tengo miedo de caer en el olvido de la sociedad, de no poder cumplir mis metas ni ahora ni nunca.

Voy creándome ídolos humanos que no soy capaz de imitar por fácil que parezca. Es difícil cuando lo que se espera no es la acción en sí, sino lo que despierta en uno mismo. Buscar intenciones, eso sí que es una neura, y más si se desconfía de las palabras y los gestos de los demás.

He empezado a crear una persona en mi mente, con la que interactuar, que responda como deseo que lo haga el mundo. Parece lógico: Imito el mundo que me rodea, X me responde como me gustaría, y después imito a X ante el mundo. Funcionaría si supiera imitar el mundo. Una de las razones para considerarme como una torta al sol es mi incapacidad para observar a las personas.

Me doy cuenta de que a lo largo de mi vida he creado un perfil general, con el que tratar a todos por igual o intentarlo, pero soy incapaz de individualizar. No sé qué regalar, no sé qué espera nadie de mí, siento que no conozco a los que me rodean. No sé interpretar las cosas de forma inteligente, o dicho de otra forma, observar a los demás no me sirve para anticiparme a sus movimientos.

En vez de intentar comprender su perfil de movimiento, hipotizo que se mueven hacia donde yo quiero y me agarro a esa creencia como a un clavo ardiendo.

Tengo que aprender a observar para poder ser feliz. Pero un buen principio es sonreír mientras presto atención.